Sucedió que un día de frío invierno, el sol cansado de no hacer nada decidió asomarse al mundo .
Como ya había descansado lo suficiente apareció con todo su esplendor y todas las cosas que tocaba con sus rayos recobraban el color y la vida.
Y así la hierba lució más verde que nunca, las flores se empinaban compitiendo por ser las más altas, y las niñas sintieron el impulso irrefrenable de vestirse de rosa.
Y los que ya dejamos de ser niños añoramos la cándida inconsciencia.
La pequeña Marian, menina de la corte, tiene un gran futuro como estilista de moda.
Esa combinación de camiseta, polar rosa, tutú de princesa y botas de agua sería un éxito en cualquier pasarela... Y en cuanto al peinado, las coletas desiguales crearían tendencia.
Es como una pequeña hada!
ResponderEliminarlas coletas desiguales son lo más... y el solete de febrero también :)
ResponderEliminarElla ya es una "it girl" si es que con esa carita....
ResponderEliminarSoleadas, pues.
La pequeña Marian es, aún sin saberlo, paradigma del buen gusto y armonía estética.Y además marca tendencia con su elegancia y estilo. Que nada más verla he sentido el deseo irrefrenable de vestirme de rosa...Un beso para tí y otro para lady Marian,
ResponderEliminarMaca
Sin duda la pequeña Marin promete!!
ResponderEliminarYo también quiero disfrutar del sol de invierno campestre. Por una vez puedo decir: Spring is coming!
ResponderEliminarCualquier catálogo de moda infantil pagaría por esas fotos
ResponderEliminar¡Parece una auténtica niña de cuento!