04 marzo 2011

LA DICTADURA DE LOS COLCHONES


Hubo un tiempo pasado en el que para saber si se era una verdadera princesa solo era necesario colocar un guisante entre los colchones de su real cama.

Eugenio Recuenco
Tim Walker
Gennady Spirin
Catalogo Toast
Edmund Dulac


 Daniel Rhea

Elene Usdin

Pues bien, o alguien ha escondido guisantes en mi cama o tengo que cambiar de colchón.
¡En que época de dictaduras encubiertas vivimos!.
A los pocos años de comprar un colchón hay que elegir entre comprar uno nuevo o acabar con la espalda destrozada.
 Los objetos se fabrican con tan corto periodo de vida que nos empujan al consumismo obligatorio.

¡Así no hay manera de descubrir a las verdaderas princesas!.






18 comentarios:

  1. pero hasta el consumismo tiene cosas bellas como la primera imagen.

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  2. Qué razón tienes!!!Vivimos inmersos en la cultura de usar-tirar.Las cosas no están hechas para durar,nos bombardean con modas pasajeras y mensajes consumistas...y al final acabamos cayendo en en el juego!
    Uff qué trágica estoy hoy...
    Bss Carmen

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  3. Me gusta este punto de rebeldia tuyo contra el colchon Gudulina!!!

    Besoos y feliz finde!!

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  4. Me ha encantado esta recopilación de imágenes, desde pequeña siempre he tenido un cariño especial al cuento de la princesa y el guisante. Algunas de las imágenes que muestras son una maravilla, sobretodo por ver los estampados de los antiguos colchones.

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  5. vienen a durar 10 años... no más...

    pero sí, estoy contigo... que se hizo de aquellos colchones cuyo relleno había que sacar, lavar, peinar y volver a colocar en su funda?? creo que esos duraban toda la vida....

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  6. La historia de la princesa y el guisante la descubrí hace 2 años cuando una amiga me la contó sorprendida de que yo no la conociese.

    Las imágenes que has puesto son geniales!

    Y encuanto a los productos de corto plazoooo...si esque deberíamos volvernos todos de nuevo al pueblo jajajaja que estamos todos sometidos a intereses.

    Feliz finde =)

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  7. A los diez añitos , sí señora...siempre se puede optar por una búsqueda desesperada de un colchón de lana y apalearlo de vez en cuando...con toile de jouy, aún me acuerdo ...
    Feliz fin de semana!

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  8. Mi abuela murió a los 100 años durmiendo en su colchón de lana. Tendríamos que volver a lo de antes para andar con la prestancia de aquel entonces?
    Preciosas imágenes.
    Besos.

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  9. Piensa que eres realmente una princesa y que alguién puso guisantes en tu cama para ponerte a prueba aunque eso no quita que cambies de colchón
    Un consejo : cómpralo en la colchonería más cercana a tu torre de marfil

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  10. Anónimo5/3/11

    Pez de Plata:
    Las princesas primorosas
    se parecen mucho a ti:
    cortan lirios, cortan rosas,
    cortan astros. Son así.

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  11. ¡Oh!, Margarita, está linda la mar.

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  12. Ese cuento siempre me encanto!
    cuando estaba pequeña me vi tentadisíma a probar si yo era una princesa :P
    al final me entere que no era necesario eso para saber que era una princesa ^^

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  13. Ahora las princesas las descubren en Telecino (Sálvame) o en La Sexta (Princesas de Barrio). Beneficios de la modernidad. Maleficios, digo...

    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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  14. Hay tantas princesas encubiertas por el mundo, ocultas bajo la tiranía del colchón (de látex, viscolátex y demás variedades). Un beso,

    Maca

    PD: Tendrás que hacer un cursillo antes de comprarte el nuevo colchón...jajajajaja.

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  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  16. Ahhhh, cuanta verdad dices. Por eso me encantan los veraneos en el pueblo, los colchones de lana todavía nos esperan con los brazos abiertos: no hay nada como sentirse arropada por una gran cama-nube a la hora de la siesta!
    Buena suerte con la elección!

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  17. Si tuviera doncella que me apalease el colchón no me lo pensaría... Pero el trabajito es duro, ¿eh? no apto para manos finas de princesa...

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  18. Genial esta entrada de cuento.
    Te llevo mi brogroll, ok'
    Un abrazo

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