Yo me aburría en el colegio.
Solo tuve una amiga que se fue al extranjero y no volví a verla.
Me llevaba bien con todos mis compañeros aunque no pertenecía a ningún grupo, nunca me gustaron las asociaciones de ningún tipo ni los líderes carismáticos,( realmente sigo llevándome bien con la humanidad en general a excepción de uno o dos individuos a los que no les gusto).
Confieso que era bastante traviesa y me unía a las gamberradas de los más salvajes, ahora se que lo hacía porque mi abuelo era el director del colegio y con mi comportamiento quería evitar ser catalogada de empollona o enchufada.
El día que recuerdo que mejor me lo pasé fue cuando me castigaron sin recreo por no saberme la tabla del 4, la profesora pensaría que estábamos desolados pero nos divertimos muchísimo todos los castigados ese día.
Nunca fui una alumna brillante, pero mis notas siempre fueron aceptables.
No soportaba a los acosadores ni a los bravucones, había un niño que se metía conmigo y me tiraba de las trenzas, llegó un momento en que me harté, le pegué y lo tiré al suelo; desde ese instante me hice respetar y nunca nadie osó tocarme, es triste que ese tipo de personas solo entiendan el lenguaje de la violencia.
El acoso escolar ha existido siempre pero ahora se llama bullying, exceptuando a algún psicópata cruel de nacimiento, o algún débil de espíritu que se deje llevar por los matones, los acosadores no son más que niños con un deficit en su educación a los que no se les han inculcado unos valores como son la empatía o la compasión, palabra que desgraciadamente está en desuso. La culpa es sin duda de los padres por no haber sabido educar a sus hijos y de los profesores por su negligencia.
El fracaso escolar y la falta de disciplina son temas candentes, los padres culpan a los profesores , estos a los padres y todos culpan a la sociedad.
Es cierto que el sistema educativo es de pena, pero tambien el profesorado deja mucho que desear, y es que para ser un buen maestro hay que tener vocación, no es un trabajo para cualquiera.
En España para estudiar magisterio se exige una nota muy baja, así esta carrera se convierte en refugio para los peores estudiantes o para indecisos que no tienen claro que quieren hacer en la vida. Si exceptuamos a unos pocos que si son conscientes de la responsabilidad que conlleva esta profesión, la gran mayoría de los maestros no son más que meros funcionarios ...y ahora que cada uno piense en las connotaciones de la palabra funcionario. (Que no se molesten los funcionarios que trabajan, que alguno hay).
El buen maestro es el que sabe enseñar, habilidad que no tienen todos.
Yo me aburría en el colegio.
Solo me divertía la clase de plástica pero no podía soportar que la profesora garabateara una V gigante en el centro de mi dibujo.... Supongo que no le interesaba el arte.