AL HOMBRE QUE PLANTÓ UN BOSQUE, FELIZ CUMPLEAÑOS

Erase una vez un hombre fuera de lo común.

Era un renacentista, músico, pintor y artesano camuflado tras un escritorio.

Un buen día decidió retirarse del mundanal ruido y pensó en comprarse un bosque, porque sin duda esa es la mejor opción si uno quiere perderse.

Así que regaló su colección de corbatas, se compró una camioneta amarilla y un campo desértico ya que no había bosques a la venta por los alrededores.

Y arbol a arbol, arbusto a arbusto y flor a flor fue devolviendo la vida a una tierra yerma agotada por el cultivo indiscriminado .
Ahora allí donde el herbicida impedía que creciese la hierba se alzan  felices los arboles y son felices los pájaros porque tienen donde hacer sus nidos y los animales porque tienen donde refugiarse y tambien las personas que lo visitan porque tienen donde perderse.

En su huerto las lechugas son más verdes y cuando las recoge siempre le pide permiso a los caracoles.

Hoy es su cumpleaños.

Los que lo conocemos tenemos que agradecerle sus enseñanzas.

Nos enseñó a ver gigantes donde otros no veían más que molinos, a ser generosos, a ilusionarnos con proyectos imposibles, simples castillos de arena que cuando se derrumban no causan dolor porque están hechos de fantasía , a considerar cualquier ocasión como si fuese una fiesta , a llevarnos bien con la gente teniendo los justos enemigos y algo muy importante que es ver siempre el lado positivo de las cosas.
Tambien nos enseñó cosas prácticas como aprendernos de memoria el primer párrafo del Quijote o a reconocer el sonido de los instrumentos en una pieza musical.

Gran cuentista, aun hoy en día creo que era verdad cuando decía que era amigo de Simbad y lo visitaba con frecuencia en su barco que estaba anclado en el muelle, lástima que siempre que nos llevaba a conocerlo había tenido que zarpar precipitadamente.


Este es mi regalo, el reconocimiento público a toda una vida creando ilusiones.

El Barón Rampante vive junto a la Marquesa de Carabás rodeado de todo tipo de fauna.
Próximamente editará un libro con sus ilustraciones sobre "los escudos de armas de los conquistadores de Sevilla", los doscientos caballeros de linaje que acompañaron a Fernando III, estudia la idea de organizar una exposición sobre las Cantigas de Alfonso X el Sábio, canta en un coro polifónico como bajo y proyecta la construcción de un gallinero.


Sin duda este es un tipo poco común.