Sí hay algo en decoración que me guste menos que el gotelé en las paredes (que luce retandome en toda mi casa) son los muebles falsos. No soporto la ostentación de mentirijilla, El "quiero pero no puedo" se nota mucho.
A mí me gusta lo autentico, y sí no puede ser así prefiero algo estiloso y neutro de Ikea que va bien con todo.
Una de las cosas que más me divierte es transformar muebles, la restauración es una de mis aficciones favoritas , por algo pertenezco al club de "los 4 palos",y soy partidaria de respetar el acabado original de la madera siempre que sea posible. Pero cuando la forma es bonita y el material es pésimo recurro a la brocha y entonces me vuelvo loca. Se pueden conseguir resultados increibles en muebles tristes.
Necesitaba un armario y me ofrecieron uno realmente vulgar; no es que fuera feo, es que era de los llamados "provenzal". Esos que fueron invasión hace unos años con ese barniz amarillento....puagh...Bueno, por lo menos son de madera de verdad pensé.
Con una lata de pintura blanco mate y un rodillo se transformó como por arte de magia.
Si es que todo tiene arreglo, solo hay que echarle imaginación.
7 comentarios:
Te ha quedado estupendo. Una manita de pintura hace maravillas, verdad?
y que me dices de esos armarios en madera lacada oscura..... no parecen ataudes?? no puedo con ellos... la verdad que el armario es un elemento que no me gusta nada, sólo en casas con el techo altísimo y estancias enormes... para lo demás, armario empotrado, sin duda....
pues precisamente tengo un dormitorio heredado de este tipo de muebles provenzales y estaba pensando en pintarlos d blanco pero todavía no me he atrevido. ¿has pintado directamente sobre el barniz? ¿o has tenido que tirar de la lija?
Pura magia-potagia!!!!. ¿Quién diría que fue lo que fue?. Un beso,
Maca
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