"¿Se despierta con la imperiosa necesidad de que alguien le plante un beso en la mejilla justo cuando no hay nadie a su lado?
¿Ha tenido un mal día en el trabajo o en la escuela y necesita restaurar un pedazo de su autoestima?
¿Le invade repentinamente un vacío en la zona del pecho y no tiene un beso que llevarse a la boca?
Entonces está de enhorabuena porque aquí le presentamos":
¡La increíble máquina expendedora de besos!
Extracto del ingenioso libro "Besos que fueron y no fueron" con ilustraciones de Roger Olmos y texto de David Aceituno.
Que por su ingenio y su colorido pasa a formar parte de la librería de volúmenes sorpresivos ilustrados.